En el presente articulo se presenta el surgimiento, camino y visión de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG). Se desarrollan los desafíos y llamados que como Iglesia estamos dispuestos a acompañar y las acciones que se están llevando adelante hasta el momento. Esta naciente Red, se configura como un nuevo sujeto eclesial territorial con el deseo de generar vida y sobre todo escuchar el clamor de los pueblos y el clamor de los territorios ante las graves situaciones que se padecen desde la solidaridad y la fraternidad.

La Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG) surge en el contexto de la existencia de otras redes eclesiales a lo largo del mundo[1], como signo de Buena Noticia del Espíritu, como una opción clara y valiente por la defensa de la dignidad y de la vida, por la justicia socio-ambiental y por un caminar intercultural entre pueblos y comunidades.
Su nombre hace referencia al territorio y la zona geográfica que busca proteger, ya que en el Gran Chaco se encuentra uno de los más grandes bosques secos del mundo, con una conjunción de factores también quizá única en el mundo como el relieve plano, bajas precipitaciones, ríos efímeros y acuíferos entre otros y el Acuífero Guaraní por su parte constituye el segundo reservorio de agua dulce de la región de Latinoamérica.
Estos territorios se caracterizan por su riqueza natural y cultural, actualmente amenazados por la deforestación, la degradación ambiental, la pérdida de biodiversidad, la contaminación de los recursos hídricos y el atropello de las formas de vida y derechos de los pueblos que lo habitan.
La REGCHAG es fruto de un largo y comprometido proceso de dialogo y discernimiento iniciado desde el año 2020. Es una Red, no una institución, fruto de un proceso universal, un espacio y organización privilegiado para escuchar a Dios, desde Él al pueblo y al pueblo para escuchar a Dios.
El lanzamiento de la Red se realizó en Luque, del 28 al 30 de noviembre de 2022 con la presencia de delegados de Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay y de invitados especiales.
De esta manera, esta naciente Red, se configura como un nuevo sujeto eclesial territorial con el deseo de generar vida y ser Iglesia ante las graves situaciones que padecen los territorios del Gran Chaco y Acuífero Guaraní desde la solidaridad y la fraternidad. En este tejido confluyen el anclaje territorial histórico de la Iglesia, la reacción ante el impostergable desafío del cuidado del ambiente y de los vínculos entre las personas, organizaciones e instituciones.
Las instituciones y organizaciones que conforman la Red están presentes en el vasto territorio del Gran Chaco y el Acuífero Guaraní de Paraguay, Argentina, Bolivia, Uruguay y Brasil. La Red pretende propiciar el diálogo multi-actores (habitantes urbanos, campesinos, afrodescendientes, pueblos originarios y otros) en los territorios para poder llegar a incidir en las estructuras públicas (estatales, económicas, educativas, etc.) y eclesiales, aportando a la justicia socioambiental y al bien común.
Comprometida con esta escucha, trata de hacerlo no solo a los pueblos que viven en estos territorios sino también procura oír el clamor de la tierra, del agua, de los ambientes naturales y de los demás seres vivos, que en su enorme diversidad muestran la maravilla de la Creación[2], sabiendo que no solo es importante en el cuidado de la Casa Común el saber científico sino también las diferentes sabidurías ancestrales[3] para evitar nuevos colonialismos culturales. El ejercicio pleno de la escucha es establecer múltiples canales de comunicación, en un espacio donde todos puedan ser escuchados y visibilizados.

La REGCHAG pretende ser una respuesta articulada a las necesidades concretas de este territorio y de quienes lo habitamos y como respuesta a los múltiples llamados que nos hace el Papa Francisco, tanto en LS’, sobre del desafio urgente de proteger nuestra Casa Común, que incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral[4]; como así tambien en su reciente Exhortación Apostólica Laudate Deum.
Asume el desafío de ser una Red pluriforme, diversa y sinodal abierta al diálogo interreligioso e intercultural. Una Red que se mueve en las tensiones de lo local y lo global, que genera diálogo creativo y creador de un nuevo modelo de gobernanza y de desarrollo territorial, que transciende fronteras humanas y trabaja bajo la integralidad de la creación y la espiritualidad encarnada en la fe y la esperanza.
La REGCHAG intenta ser la concreción deun modo de ser en la Iglesia, que desde una animación corresponsable y sinodal, diluye las categorías que dividen y fortalece las que unen. Representa la apertura a un caminar en comunión sin exclusiones a través de una actitud dialógica que siempre comienza en la escucha. Una escucha atenta a lo diverso, a aquello que nos incomoda e interpela. Lo que antes estaba en la periferia hoy se transforma en lo prioritario.
Como afirma el Card. Martínez Flores, “una red no tiene centro”[5], por tanto se vuelve prioritario seguir animando este caminar conjunto y sinodal de organizaciones y grupos eclesiales y no eclesiales, a través de una actitud dialógica nutrida de la diversidad cultural, espiritual y de una conciencia de ecología integral, para la reparación de los daños producidos en nuestra casa común y la protección de lo que aún no ha sido alcanzado por la lógica del descarte.
La REGCHAG fue invitada a participar, el pasado mes de Julio, en el Primer Encuentro de la “Alianza de Redes Eclesiales por la Ecología Integral” conocida por sus siglas en inglés ENA (Eclesial Network Alliance for Integral Ecology) en El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en Roma[6].
El surgimiento de estos nuevos sujetos eclesiales viene a embellecer la misma Iglesia con nuevos rasgos, es una novedad. Estas redesconstituidas en un territorio o en un ámbito determinado responden a la necesidad de una escucha situada en un ambiente, y en el marco de la sinodalidad. Se trata de una escucha activa de los gritos de la Tierra y el clamor de las personas.
La REGCHAG en esta primera etapa está comprometida en un proceso de escucha que pretende llegar a las personas en los territorios asentados sobre el Gran Chaco y el Acuífero Guaraní, llamado Diálogos Territoriales[7], se trata deun proceso a través del cual la REGCHAG abre espacios para escuchar, dialogar y corazonar con todos los actores y actrices comprometidos con la construcción de un futuro más sostenible y resiliente en la región del Gran Chaco y el Acuífero Guaraní.

Considera tambien como principales acciones la Formación en DDHH entendiendo que ésta es una de las herramientas primordiales para la protección de nuestra casa común así como los Encuentros presenciales que favorecenreuniones e intercambios fijados tanto en cada uno de los países miembros como en puntos clave de terrioritorios del Bioma.
Se han establecido Comisiones Temáticas con ejes de trabajo en torno a: 1.-Agua, Territorio y Biodiversidad; 2.- Poblaciones y Cultura; 3.- Vida Eclesial y 4.- Derechos humanos. El Cambio climático y la Comunicación se consideran temáticas transversales a los cuatro ejes.
Damos Gracias a Dios por estos nuevos signos del Espíritu y a la vez Invitamos a todos a continuar asumiendo en comunión, el desafío de dialogar, acompañar, articular y sobre todo escuchar el clamor de los pueblos y el clamor de los territorios del Gran Chaco y del Acuífero Guaraní, territorios llenos de vida, de naturaleza y biodiversidad, y desde estas convergencias poder seguir organizando la esperanza, para que desde la indignación que nos provocan tantos atropellos, podamos salir al paso y seguir acompañando la vida allí en lo concreto.
Nota: Actualmente la REGCHAG está conformada por el Obispo Coordinador Mons Angel Macin, el Secretario Ejecutivo Miguel Cruz, la Secretaria Adjunta Hna. Rosita Sidasmed y la Comisión Animadora compuesta por dos miembros de cada pais. Desde Paraguay forman parte: José Ibarra y Luis Villanueva, desde Argentina: Ernesto Stahringer y Silvia Molina y desde Bolivia: Néstor Cuellar y el Padre Rafael García y desde Uruguay Carlos Sarachaga.
Hna Rosita Sidasmed, (RSM) es Hermana de la Misericordia de las Américas, vive en Formosa, Argentina. Como Hermana de la Misericordia y delegada por la Conferencia Nacional de Religiosas/os de Argentina (CONFAR) forma parte de la Comisión Animadora y Secretaría Adjunta de la Red Eclesial Gran Chaco y Acuífero Guaraní (REGCHAG). Es abogada y desde hace 25 años comparte su vida y ministerio con los pueblos indígenas de la región.
Correo electrónico: sidasmed@yahoo.com.ar
[1] Red Eclesial Panamazónica (REPAM), 2014; Red Eclesial de la Cuenca del Congo (REBAC), 2015; la Red Ecológica Eclesial de Mesoamérica (REMAM), 2018-2019; Red Eclesial del Río sobre el Océano en Asia y Oceanía (RAOEN), 2020; y los importantes esfuerzos de articulación territorial en Europa con la Alianza Europa Laudato Si’ (ELSiA), 2019.
[2] Cf. Mensaje de Mons. Miguel Cabrejos Vidarte, Presidente del CELAM, con motivo del Lanzamiento de la REGCHAG, Asunción 2022.
[3] Laudato Si (LS’) 1.
[4] LS’ 13.
[5] Cf. Card. Martínez Flores, Homilía Cierre Lanzamiento de la Red, Caacupé 2022.
[6] Cf. https://www.humandevelopment.va/es/eventi/2023/redes-eclesiales-por-la-ecologia-integral-se-reunen-en-roma.html